Livio De Marchi

esculturas de madera

Livio De Marchi

esculturas de madera

"La fantasía es un componente esencial en la obra de De Marchi que expresa su forma de ser. Su irónica capacidad de afrontar la vida se adueña de cada objeto, creando, de forma artesanal, una nueva forma de hacer escultura."


Livio De Marchi es un artesano sui generis: después de muchos años de experiencia en un taller artesanal como tallador de esculturas ornamentales, un día decide crear objetos artísticos en madera más eclécticos y originales, ganando fama internacional. Le encanta definir su espacio como un taller (y no un atelier o showroom) porque sigue sintiéndose artesano y, de artesano, quiere preservar su humildad. Nacido en Venecia, trabajó desde muy pequeño como aprendiz en el taller de Vittorio Biasotto en San Stin: hace la limpieza, hace recados y, a veces, abre un poco antes para poder tallar algunas de sus propias piezas. Paralelamente asistió a la escuela de arte y a los dieciocho años, en 1961, montó su propio negocio. Biasotto fue un verdadero maestro para él ya que le debe mucho a Sandro Barbon, quien lo estimuló y lo ayudó a completarse técnicamente. Al principio Livio trabajaba desde casa y luego alquila un almacén en el área de San Samuele, mudándose a su ubicación actual cerca del Palazzo Grassi en 1965 donde comenzó a tallar marcos y muebles, primero para grandes talleres de carpintería y luego, directamente para particulares. En 1975, una muerte en la familia cambia su trabajo, pero no su capacidad para dar forma a la madera. Una cierta sensibilidad irónica lo llevó a realizar esculturas donde la espontaneidad y el realismo son la esencia. Al principio no todo el mundo entendió y las dificultades, incluidas las económicas, no faltaron: donde antes exhibía marcos barrocos, comenzaron a aparecer máscaras y figuras deformadas, que define como "esculturas de cementerio" así como estatuas de temas religiosos. Más tarde, comenzó a inspirarse en los objetos cotidianos: primero frutas, luego pajaritas, paraguas y todo lo que se pueda reproducir. Hoy sonríe divertido al observar la incredulidad de sus clientes frente a sus sombreros y carteras de madera: ¡parecen reales! En la década de los 80, sus obras comienzan a tener éxito y recibe cada vez más encargos. El problema del movimiento de las olas en Venecia le sugiere crear una serie de carros de madera que navegan sobre el agua, que se convierten en una provocación en broma y hacen que la gente hable de él. En los años 90, junto con la madera, también agregó otros materiales como el vidrio para expresar mejor los colores y las transparencias. En su evolución artística también pasa del mármol al bronce, pero la madera sigue siendo su material favorito, lo que le permite crear, dar vida como ningún otro material permite.

Livio De Marchi


San Marco 2742/A, Calle del Dose Da Ponte, Corte Da Ponte - S.Maurizio

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