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El Lustrin
Pulido y mantenimiento de muebles según tradición
El Lustrin
Pulido y mantenimiento de muebles según tradición
"Si te interesa, mantenlo!"
El Lustrín fue quien, en el pasado, mantuvo en buen estado los muebles de madera de los edificios. En Venecia, era una actividad muy común no sólo de apoyo, para el acabado y mantenimiento de los muebles que pasaban del taller del marangon (carpintero) sino también como trabajo de calle junto, por ejemplo, con la embutidora o el afilador de cuchillos. También recordamos que como habìa el "gondolero de Casada", habìa el hombre de mantenimiento del edificio que se ocupaba del mobiliario y los enseres. Es un conocimiento que se ha transmitido oralmente de generación en generación hasta el día de hoy a través de los pocos Maestros que quedan. Alessandro aprendió estas técnicas del último que mantuvo esta tradición, trabajando y ganando experiencia durante una década en Augusto Capovilla, una histórica firma “veneciana” en el campo de la conservación de muebles de madera. En este período pudo ocuparse de la restauración de artefactos históricos venecianos de gran valor, tanto antiguos como la Sacristía de la Basílica de S.M. Gloriosa dei Frari, tan histórica como el mobiliario de las oficinas de la dirección Assicurazioni Generali en San Marco, del café Florian y de muchos otros importantes edificios históricos venecianos, sin olvidar el mantenimiento de las obras urbanas diseñadas por Carlo Scarpa, de las cuales recordamos la taquilla de la entrada de la Bienal a los jardines, el mostrador con rejilla de la entrada a la Gallerie dell'Accademia, mostradores de exposiciones, puente y ascensor de la Fundación Querini Stampalia. En 2009 decide montar su propio negocio creando la empresa "El Lustrin", para continuar con la tradición ligada al oficio actualizándose a nuevos métodos de intervención. Hasta la fecha se ha mantenido como el único de la ciudad con una activa actividad profesional que también sabe pulir a mano, "al estilo francés" con pintura de mecha y goma laca, superficies negras espejo, como exige el complicado mantenimiento de pianos históricos. Lustrin significa "pulidor" pero en realidad el pulido es sólo la última de las diversas actividades propuestas: el mantenimiento de los accesorios, la restauración de los muebles de madera, los tratamientos conservantes contra la carcoma con fumigación o con atmósferas modificadas (tratamiento anóxico), la evaluación del riesgo de insectos xilófagos o las soluciones de conservación a largo plazo para pequeños y grandes artefactos son las principales propuestas operativas de la empresa. Las intervenciones se realizan, casi siempre, in situ para evitar el estrés del transporte hasta la propiedad, ofreciendo además paquetes de mantenimiento programado para diversos tipos de temáticas que van desde temas privados hasta galerías de arte, iglesias, fundaciones, anticuarios y museos. El trabajo se realiza con materiales naturales de primera calidad, o de bajo impacto químico, que son investigados personalmente. La goma laca, por ejemplo, es una resina orgánica, llegada a Venecia a finales de 1200 pero utilizada en pinturas de manera importante desde 1700, totalmente natural para ser utilizada también en el sector alimentario, producida por un pequeño insecto de la familia Cochinilla en el subcontinente indio. Este material confiere a las superficies un brillo seco y aterciopelado al tacto, resaltando la veta de la madera. A diferencia de las pinturas industriales que liberan residuos químicos tóxicos durante su descomposición, con el uso de productos lo más respetuosos con el medio ambiente, buscados en la tradición de nuestra historia milenaria o en nuevas soluciones técnicas, se preserva la salud del cliente, del mobiliario y de nuestro planeta.
El Lustrin de Alessandro Macuz
Santa Croce1454, ruga vecchia