Sunset Yogurt significa literalmente "yogur atardecer" o sea ese momento mágico en el que el cristal incandescente adquiere el color del atardecer y la consistencia del yogur. Esta es la visión de Cosima Montavoci, una ecléctica artesana que abrió su taller en una antigua carnicería, de la que ha conservado la arquitectura y los complementos de decoración a los que ha añadido interesantes variaciones para ser vistas. Era 2019 cuando abrió, pero Cosima comenzó su 'relación amorosa' con el vidrio a los dieciséis años. En 2009 se trasladó a Ámsterdam y en 2015 se licenció en Arte Contemporáneo por la Gerrit Rietveld Academie. Para crear sus obras, además del vidrio, utiliza acero inoxidable, algodón encerado y resina. Cosima utiliza el humor como herramienta de aceptación, componente de lectura imprescindible para su trabajo, pero siempre consciente de la importancia de la tradición, pero ha sabido mirar más allá de cada "atardecer de yogur" aprendiendo de cada material, experimentando con nuevas técnicas y con sus eclécticas creaciones en vidrio, ha podido explorar la combinación de artesanía y arte con fuertes referencias al cuerpo humano. Sus colecciones 'Meaty', 'Thingness' y 'Bones and skulls' son icónicas, evocan dientes, senos, huesos, calaveras: no solo anillos, pendientes, collares, pulseras, sino incluso horquillas, aros, broches o gemelos de hombre. Un atelier ubicado en una zona menos transitada de Venecia, no siempre abierto, casi una exposición para visitar: un homenaje a nuestro cuerpo, su belleza y complejidad, lleno de estilo y emociones fuertes.